miércoles, 20 de octubre de 2010

Paris mon amour III: Había una vez un lugar llamado Le Bristol


Luego de nuestra satisfactoria visita a la grande cascade esperábamos ansiosos el día en que podríamos conocer la cocina del chef Eric Frechon en el Hotel Le Bristol.



La guía Michelin en su 100ª edición le concedió su tercera estrella a Frechon quien ha visto así recompensado su trabajo durante diez años al frente de este prestigioso restaurante. Para nosotros era nuestra primera experiencia en un restaurante de tres estrellas y las expectativas eran proporcionales a la gran fama del lugar y del chef.



El prestigio de Eric Frechon está respaldado por años de dedicación a este negocio; su presencia en las más prestigiadas cocinas parisinas al lado de algunos de los chefs franceses más reconocidos; así como por los diversos galardones que ha recibido por su gran talento gastronómico.



El hotel situado en el octavo distrito cerca del Palacio del Elíseo, el Arco del Triunfo y la Plaza de la Concordia, es muy bonito y clásico. Por dentro es cálido, lleno de flores por todos lados, y hasta el más mínimo detalle está perfectamente cuidado.

La experiencia ha sido como ser personaje de un cuento de hadas por unas horas. La cocina de Eric Frechon es cálida, ingeniosa, sorprendente y tan hermosa que es muy probable que mis fotos no le hagan justicia.

Los colores vivos y luminosos, los aromas exquisitos, la combinación de texturas y los sabores perfectamente equilibrados, combinados con técnicas novedosas y divertidas me han transportado a un lugar mágico. Una cocina que cuida cada detalle lo que hace la diferencia entre un plato muy bueno y uno excelso.

Mi segundo plato era tan bonito que daba pena comerlo. Parecía un pequeño pez rosado nadando sobre una luminosa salsa de pimiento amarillo. Cuando vean las fotos se darán una idea de lo que digo.

Esta vez no haré una descripción de cada plato porque sé que me quedaré corta. Las fotos dirán mucho más de lo que yo les pueda relatar.






Amuse bouche 1: Sopa fría de guisantes con menta, paleta de piña y queso de cabra, y ravioli de melón.

Amuse bouche 2: Huevo pochado con mousse de pimiento y trocitos de bacon.


Primer plato: Tomate a la anciana: tártara de tomate cebra verde con sopa de tomate piña y sorbete de tomate corazón de buey.


Primer plato: Ancas de rana salteadas al estilo meunière con especies tandoori y un aro de cebolla.


Segundo plato: Salmonete de roca relleno con caviar de berenjena y comino, en salsa de pimiento amarillo y aceite de argán.


Segundo plato: Silla de cordero rostizada con pimientos de Espelette, canelón de calabacín con queso de cabra fresco, aceitunas negras y jugo de albahaca.




Plato de quesos con higos y duraznos confitados.


Intermedio: Sorbete de frambuesa con jalea de la misma fruta.



Postre: Frambuesas y jengibre, pastel suflé de merengue con sorbete de leche de coco.

1 comentarios:

Caminar sin gluten dijo...

Hemos disfrutado de este paseo por la gastronomía de "Le Bristol", de tu post y de tus fotografías.

Pero anoche disfrutamos mucho de tu compañía, de tu conversación, de tu simpatía, en el Tapas&Blogs.

Besotes y abrazos.

Ana y Víctor.

Besotes

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