martes, 27 de marzo de 2012

Camarones asados en mantequilla de chiles y epazote

Si algo me impresionó y me enamoró durante mi estancia en España fueron los deliciosos y variados productos del mar. ¡Dios mío qué variedad, qué belleza y qué calidad!

Los frutos del mar siempre me han encantado; sin embargo, he de confesar que antes de irme de México, hace ya unos 5 años, no era la cocinillas que soy ahora y no apreciaba, o más bien, no me fijaba en muchos productos y su calidad.

Para ser honestos la comida y la cocina siempre me han gustado pero en donde más desarrollé mi afición por la cocina y aprendí mucho de los productos fue en Madrid.

He regresado a mi patria mirándolo todo distinto. Llena de curiosidad por conocer más la tradición gastronómica de mi país, nuestros guisos y nuestros productos.

De esta investigación ya les iré contando a lo largo de mis recetas. Hoy toca hablar de los productos del mar, de nuestras aguas y en particular de nuestros camarones. Digo nuestros camarones porque sé que muchos españoles o incluso personas de otros lugares pensarán que lo que ven aquí parecen más unos langostinos, pero en México estos son camarones.



He descubierto con mucha satisfacción que tenemos productos de mar de mucha calidad. Es cierto que la variedad no se compara con la de España, aquí nunca he visto carabineros, ni gambas, gallos o merluzas.

Nuestras aguas no son tan frías, en algunas zonas incluso son más bien cálidas. En el Golfo de México, de dónde vienen estos fresquísimos camarones que presentamos hoy, la temperatura de las aguas superficiales presenta una media anual de alrededor de los 25oC.

El principal camarón que se pesca en esta zona es el camarón rosado que como se puede observar tiene una cáscara de color rosa claro y al cocinarlo, la cáscara muestra un tono rosa más fuerte, mientras que la carne presenta una tonalidad entre blanca y rosada.

El mercado de los viernes en mi barrio, tiene un puesto de pescado y mariscos de los más surtido y fresco. Uno chicos muy simpáticos te atienden con amabilidad y preparan y limpian el pescado maravillosamente (algún día los presentaré con entrevista y todo).


Todos los viernes nos traen distintos productos dependiendo de lo que llegó fresquito y sabroso de las distintas aguas de México. Este viernes tocaron camarones rosados y yo he querido darles un toque mexicano con esta mantequilla de chiles y epazote. Espero que los disfruten.

Receta aquí.

martes, 20 de marzo de 2012

Financieros con salsa de frutos rojos “singlu”

Esta entrada es muy especial para mi porque está inspirada en una personita que conocí la semana pasada y que me ha hecho, en tan sólo unos días, pensar mucho. Su nombre es Sandra, tiene nueve años, es celíaca y escribe un blog maravilloso.

Sandra es española y he podido conocerla y aprender mucho de ella gracias a la blogósfera . Su blog es un lugar donde Sandra escribe casi todos los días sus experiencias, y esto concientiza y enseña a la gente acerca de lo que los celiacos pueden o no comer. Su madre, le ayuda y juntas preparan muchas recetas “singlu”, como ellas las llaman.




Hoy he querido preparar para Sandra una receta “singlu”. Los pastelillos se llaman financieros y son una receta francesa muy típica. La diferencia es que en este caso al ser libres de gluten no llevan harina de trigo sino de quinoa y de almendras.



En una de sus entradas Sandra contaba como se le antoja a veces comer galletas de las que venden y lo chulos que son los empaques de muchos productos que los celíacos no pueden comer.



Es por esto que he decidido hacer una receta para Sandra intentando que el resultado sea muy bonito al igual que delicioso y apto para personas con este padecimiento.



Sandra, espero que te gusten mis financieros con salsa de frutos rojos y te prometo que si algún día voy a España o vienes a México te voy a preparar unas galletas tan ricas y tan chulas como las que venden en los supermercados pero “singlu”.



martes, 13 de marzo de 2012

Pechugas de pollo rellenas de flor de calabaza

Si alguien me preguntara que comida o ingrediente de mi país extrañé más durante mi estancia en Madrid, definitivamente tendría que decir que la flores de calabacín o calabaza, como las llamamos aquí. Ya sé que en Madrid las hay pero el problema es que sólo están disponibles por una corta temporada y además son carísimas y te venden muy pocas.

En México abundan, el clima es muy propicio para que se den casi todo el año. En los mercados se venden enormes y preciosos ramos de estas flores y a un precio inigualable. Ese ramo que ven en la foto me habrá costado unos 12 pesos que es menos de un euro.



Aquí se comen de muchas formas, pero la más socorrida es en quesadillas. Se prepara con ellas un relleno, igual al que utilizo para esta receta, y con él se elaboran las deliciosas quesadillas de flor de calabaza.

La receta que hoy les presento es fácil de elaborar, se puede preparar con antelación y queda muy bien para una cenita con amigos. La flor de calabaza tiene un sabor sutil que el epazote y el chile resaltan y además se deja acompañar muy bien con el queso de cabra.



Por cierto el epazote es una hierba aromática muy utilizada en mi país, que le da un toque muy especial a ciertos platillos como las setas. Si no lo logran conseguir no importa, la receta es buena de cualquier manera.



Respecto al chile, es bueno aclarar que en este caso se utiliza una variedad poco picante, el chile cuaresmeño, pues la idea es sólo darle al relleno un ligero toque de sabor. De nuevo si no se consigue sabrá muy bueno aunque el toque mexicano no estará tan presente.




Espero que les guste la receta tanto como a nosotros en casa. Antes de irme sólo decirles que la mudanza va progresando, al menos Max ya no mira una pared en blanco pues su terraza al fin se ha llenado de plantas.



martes, 6 de marzo de 2012

De vuelta a casa

Más tarde de lo anunciado pero con muchísimas ganas de volver. Gracias a todas y todos por sus hermosos mensajes llenos de cariño y buenos deseos. Espero que no me hayan olvidado y que volvamos a ser compañeros culinarios otra vez.


Como ya saben la mayoría, mi vida cambió radicalmente en unos cuantos meses. La llegada de mi primer hijo (Max) y una súbita mudanza de vuelta a mi país, hicieron necesario detener este blog temporalmente. Mi vida se ha vuelto una locura con un bebé de 4 meses y una mudanza que no termina, sin embargo, también se ha vuelto una alegría constante al mirar a Max crecer, descubrir y disfrutar.




En esta ocasión no hay receta porque aún estamos ultimando detalles de nuestra casa. Como verán en las fotos casi no hay muebles, la terraza está en proceso y lo peor es que después de acumular en Madrid un sinfín de cacharros de cocina, ahora casi no tengo nada, ni vajilla, ni utensilios tan básicos como un rallador y ya ni hablar de platitos y vasitos chulos para las fotos del blog. Me siento como recién casada, cuando todo te hace falta.


Además hay libros regados por todos lados, la verdad ya está más arreglado por lo menos los libros ya no están en cajas. Las repisas de la cocina aún no están listas y aunque mi cocina es pequeñita la verdad es que es chula, pero no se las quiero presentar hasta que esté terminada. En la próxima entrega espero poder hacerlo.




En esta nueva etapa de cómo agua para chocolate, espero poder emocionarlos con las recetas de mi tierra, mostrarles el escenario culinario de la Ciudad de México, que es dónde vivo y en particular de mi colonia (Roma) que es el centro de la actividad culinaria en este momento. Por hoy me despido y nos vemos el próximo martes ahora si con una receta.