martes, 15 de mayo de 2012

Pastel de cítricos para mi primer día de las madres




En estas últimas dos semanas el día de las madres se ha festejado en diferentes países del mundo. En España el 6 de mayo, en Estados Unidos el 13, y en México el 10 de mayo. Siempre  el 10 de mayo.

Yo tengo una hermosa relación con mi madre, hablamos de todo, nos confiamos cosas y nos reímos mucho. Es ella quien, sin proponérselo, me enseñó a querer la cocina y a disfrutar la comida.

Mi madre es muy pequeñita, cariñosa, serena, firme y muy dulce. Si le preguntáramos a cualquier persona que la conoce qué es lo que más recuerda de ella, estoy segura que la respuesta generalizada sería: su forma de reír. Siempre esta sonriendo y afortunadamente le ha heredado a Max su sonrisa y su carácter alegre y sereno.




Este año esta celebración ha sido especial porque es el primero que soy mamá. Así que siendo una ocasión tan especial, algún pastel tenía que haber, y he aquí el pastel. La inspiración me llegó de un maravilloso blog Sweetapolita, que recién he descubierto y que me tiene enamorada. 







La verdad es que me gustaría decirles que preparé el pastel y que a la primera quedó delicioso; sin embargo, me tomó dos intentos y los buenos consejos de mi amigo Peter Norman (afamado chef sueco, radicado en México y que pronto tendrá su blog).



Este pastel tiene mucho sabor y es muy divertido. Cada nivel tiene un sabor diferente, el primero de naranja, el segundo de toronja y el último de limón. Entre cada nivel, para unirlos, lleva una capa de crema de mantequilla de naranja ¡deliciosa! Y luego se cubre generosamente con un sedoso y brillante merengue.





Muchas felicidades a todas las madres, espero que lo hayan pasado de maravilla. No quiero despedirme sin presumirles mi primer regalo del día de las madres.






viernes, 4 de mayo de 2012

Pudín de tapioca con ciruelas asadas



Perdón por la demora pero llevo ya varias semanas exhausta. Agradezco tener mucho trabajo y muchos proyectos, sin embargo estoy buscando un equilibrio, pues entre Max, la casa y el trabajo termino todos los días molida. El tiempo nunca me alcanza y cosas que eran tan sencillas como levantarme e ir al gimnasio se han convertido en una verdadera proeza.

En medio de esta locura están ustedes y este blog que me da un espacio donde puedo desahogarme, imaginar y crear. Gracias por su paciencia y por seguir aquí.





La receta de esta semana, que ya lleva retraso, es sencilla pero reconfortante. En México estoy segura que más de uno no conocerá la tapioca. Así que ya es hora, porque es un ingrediente generoso.

Rinde muchísimo, aporta textura, algo que no todos los ingredientes incorporan a un plato por si solos. La tapioca es fresca, pegajosa y yo diría que juguetona en la boca. Te hace sentir pequeño otra vez.






Esas bolitas resbalosas que introduces a cucharadas en la boca y con las que puedes jugar a la vez que disfrutar, definitivamente un postre ideal para los niños. Y como todos en el fondo guardamos a ese pequeñajo que un día fuimos seguro que les va a gustar.

Por cierto este lunes en México fue día del niño y mi pequeño Max aunque aún no puede divertirse comiendo tapioca, lo hizo jugando en la guarde con sus amiguitos y maestras. También con el regalo que A y yo le obsequiamos. Quizá sea más preciso decir que con la envoltura y la caja del regalo.

¡Feliz día del Niño! y con especial dedicatoria al que estos días llena mis días de alegría. ¡Te amo Max!





P.D. Les cuento que mi amiga Sandra del blog Yo celíaca, me ha otorgado ya dos premios. Sandra, ¡Muchas gracias! en la próxima entrada prometo responder a las preguntas. Besos y ¡Feliz día del niño!


martes, 24 de abril de 2012

Falafel de habas frescas




Estamos en temporada de habas y por donde quiera que voy veo montones de ellas. Verdes, frescas y carnosas las ofrecen por todos lados. Son tan versátiles que se pueden utilizar casi en cualquier platillo.


Recuerdo mucho la tortilla de habas que alguna vez mi amiga Amparo nos  ofreció en su casa de Madrid con habas cortadas en su finca de Jaén. Como olvidar ese sabor tan especial.



En casa Angelito---mi padre---era un gran aficionado. Mi madre las preparaba con cebollita, orégano seco y su toque de chile de árbol. Era sentarse a ver la tele con un buen plato de habas para botanear.




He estado pensando que habiendo tantas y con lo mucho que me gustan tenía que preparar un plato para el blog. Después de mucho pensarlo he elegido el falafel porque en este plato tan delicioso y sutil (que generalmente se prepara con garbanzos) lo que realmente lucen son las habas, y con las deliciosas especias se convierten en una delicada y maravillosa sorpresa al paladar.




Esta especie de albóndigas vegetarianas pueden convertirse en un plato muy sustancioso, acompañadas de un buen tahini, una ensalada fresquita y un pan pita, pero si se comen solas son una entrada o una botana deliciosa.



Además el falafel es una especie de fast food pero un poco más sano y preparado en casa mucho mejor.



martes, 17 de abril de 2012

Macarons con crema de mantequilla al anís


Esta última semana ha sido una locura pero la hemos cerrado con broche de oro. El más pequeño de la casa finalmente se ha bautizado. Lo hemos pasado muy bien y Max ha disfrutado muchísimo rodeado de toda la familia quienes lo llenaron de besos, abrazos y muchísimos regalos.




La comida ha sido en un restaurante español y la verdad es que no podía ser de otra manera. La vida de Max comenzó ahí y nosotros vivimos momentos maravillosos en España. Nos hubiera encantado tener a todos nuestro queridos amigos españoles con nosotros en este día pero al menos estuvieron presentes a través de la comida. Huevos rotos, lentejas, arroz y eso si unos cuantos tequilas, fueron la comida perfecta para celebrar a nuestro pequeño.



Siendo un día tan especial para Max decidí hacer algún detalle para repartir entre los invitados. Tratándose de mi ha tenido que ser algo relacionado con la cocina. El resultado: unos macarons de anís.



Me he atrevido porque no eran demasiados invitados; sin embargo, he trabajado durísimo todo el viernes para poder terminarlos. Tan delicados como son estos pequeños dulcecitos, ya se imaginarán la de montones que he tenido que hacer para al final elegir los mejores.






El resultado según los invitados ha sido muy bueno y la verdad es que los he visto disfrutar muchísimo. Comparto con ustedes la receta de este delicioso macaron que he horneado para mi dulce y pequeño Max.





martes, 10 de abril de 2012

Peras especiadas


Me encanta comer, aunque quizá esa no sea una novedad, y la verdad es que las dietas me resultan dificilísimas. En casa siempre tratamos de comer muy sano. Vigilamos las grasas y siempre echamos mano de las verduras y el pescado, y procuramos hacer ejercicio.

Sin embargo, después del embarazo, se me han quedado algunos kilitos de más y la verdad es que Max tiene ya casi 6 meses y es hora de que me vaya planteando seriamente, con todo el dolor de mi corazón, ponerme a dieta.



Teniendo un blog como este y con lo que me encanta cocinar la cosa se vuelve muy complicada, pero aún así lo intentaré. Ustedes no se preocupen que yo veré la forma de que este blog continúe como siempre. Total el que yo esté a dieta no significa que todos en casa tengan que estarlo.




Además la comida sana tampoco tiene que ser tan aburrida. Basta mirar estas peras especiadas que son ligeras, aromáticas y deliciosas y si les quitamos el helado pueden ser un buen postre si estamos cuidando un poco la línea.

El principal endulzante de un postre como este debe ser el azúcar propio de la fruta y se ayuda un poco con unas cucharadas de miel. En lo personal soy enemiga de utilizar los edulcorantes, prefiero no tomar azúcar o usar azúcar moscabado o miel.




Luego pueden agregar todas las especias que se les ocurran. Yo utilice clavos, pimienta negra y rosa, canela, ralladura de limón y una pizca de nuez moscada. Pueden agregar anís, cardamomo, jengibre. En fin, el objetivo es conseguir unas peras fragantes y un almíbar ligero, lleno de sabor y aromas. Espero que las disfruten.







miércoles, 4 de abril de 2012

Huevos poché con espárragos y salsa holandesa


Las últimas dos semanas han estado muy ajetreadas. Apenas vamos saliendo de un tremendo resfriado. El más pequeño de la casa está encantado conociendo las verduras y mamá apurada preparando las papillas; y por si esto fuera poco, otra vez tembló en mi querida ciudad.

La casa poco a poco va quedando, pero entre gente que entra y sale para tomar medidas, el trabajo y la organización del bautizo de nuestro retoño, las vacaciones no podían llegar en mejor momento.




Con tantas prisas la cocina se ha vuelto lo más relajada y sencilla posible pero siempre procurando apapachar a los míos en cada bocado. Esta vez además hemos aprovechado una maravilla de producto en una receta sencilla y con mucho sabor. Y para contarles del producto tengo que hablarles del 100.


El 100 es un mercado lleno de maravillas, productos locales y ecológicos donde todo es muy fresco. Es un proyecto muy bien pensado y establecido que incita a los consumidores a comprar las cosechas de los pequeños productores de la región, fomentando así los alimentos frescos y generando mayor desarrollo local.


Cada quince días se encuentran distintos productos y siempre de máxima calidad. Qué increíble es probar unas habitas apenas recolectadas, unos ayocotes fresquitos, las lechugas y los tomatitos recién cortados, y qué decir de los huevos: los pone la gallina en la mañana y en la tarde ya están en el plato. ¡Madre mía! ¡qué diferencia!



Si lo que tienen en casa son unos huevos tan frescos como los míos esta es la receta ideal. Los huevos poché son fáciles pero caprichosos. Dependen mucho de la frescura y calidad del producto pero si se tiene eso la receta está resuelta.

Depositarlos sobre un crujiente pan de centeno, acompañarlos de unos deliciosos espárragos y bañarlos con una sedosa salsa holandesa convierten unos humildes huevos en un platillo de primer nivel.




Receta aquí.

martes, 27 de marzo de 2012

Camarones asados en mantequilla de chiles y epazote

Si algo me impresionó y me enamoró durante mi estancia en España fueron los deliciosos y variados productos del mar. ¡Dios mío qué variedad, qué belleza y qué calidad!

Los frutos del mar siempre me han encantado; sin embargo, he de confesar que antes de irme de México, hace ya unos 5 años, no era la cocinillas que soy ahora y no apreciaba, o más bien, no me fijaba en muchos productos y su calidad.

Para ser honestos la comida y la cocina siempre me han gustado pero en donde más desarrollé mi afición por la cocina y aprendí mucho de los productos fue en Madrid.

He regresado a mi patria mirándolo todo distinto. Llena de curiosidad por conocer más la tradición gastronómica de mi país, nuestros guisos y nuestros productos.

De esta investigación ya les iré contando a lo largo de mis recetas. Hoy toca hablar de los productos del mar, de nuestras aguas y en particular de nuestros camarones. Digo nuestros camarones porque sé que muchos españoles o incluso personas de otros lugares pensarán que lo que ven aquí parecen más unos langostinos, pero en México estos son camarones.



He descubierto con mucha satisfacción que tenemos productos de mar de mucha calidad. Es cierto que la variedad no se compara con la de España, aquí nunca he visto carabineros, ni gambas, gallos o merluzas.

Nuestras aguas no son tan frías, en algunas zonas incluso son más bien cálidas. En el Golfo de México, de dónde vienen estos fresquísimos camarones que presentamos hoy, la temperatura de las aguas superficiales presenta una media anual de alrededor de los 25oC.

El principal camarón que se pesca en esta zona es el camarón rosado que como se puede observar tiene una cáscara de color rosa claro y al cocinarlo, la cáscara muestra un tono rosa más fuerte, mientras que la carne presenta una tonalidad entre blanca y rosada.

El mercado de los viernes en mi barrio, tiene un puesto de pescado y mariscos de los más surtido y fresco. Uno chicos muy simpáticos te atienden con amabilidad y preparan y limpian el pescado maravillosamente (algún día los presentaré con entrevista y todo).


Todos los viernes nos traen distintos productos dependiendo de lo que llegó fresquito y sabroso de las distintas aguas de México. Este viernes tocaron camarones rosados y yo he querido darles un toque mexicano con esta mantequilla de chiles y epazote. Espero que los disfruten.

Receta aquí.